miércoles, 26 de mayo de 2010

[1/2] Kaito x Len : Tan simple cómo...

Len un chico rubio, bajo de estatura, de aspecto sutil y puro. Pertenecia a la familia Vocaloid, mantenía una únion de sangre con su gemela Rin. Los gemelos cada día de la semana eran citados a la sala de cámaras para sacar fotos y estrenarlas en la red. El rubios tenía claro sus sentimientos, Rin era sólo su gemela, la cuál quería y amaba por ser de su sangre pero nada más allá de eso. Al finalizar la toma de fotos una voz dulce y cálida se dirigió al rubio -Yo me quedaré un poco más, necesitan tomar fotos de mi...- el menor sonrió, salió hacia afuera con su bolso y sus lentes agarrados entre el cabello. A la salida se encontró con el peliazul dentro del auto propio, su voz tranquila salió a flote -¿Dónde está Rin?- Era extraño, cada vez que veía a su Onii-chan sentía algo extraño, cómo si sus mejillas ardieran, pero no las daba a notar. La voz timida del rubio le respondió al mayor -Aún no sale, dijo que se debia que dar un rato más...- El peliazul asintió invitandolo a subir al automóvil. Este se sentó en el asiento de copiloto, tirando su bolso hacia atrás. Kaito notó la incomodidad del menor -¿Te pasa algo?- Sonó dulce. Len sorprendió sintiendose avergonzado, su Onii chan ya se había dado cuenta... -N-No, no me pasa nada...- estremeció, su corazón latía con rapidez, la taquicardia lo apuñalaba en el pecho, como si se le fuese a salir el corazón de un rebote. El de más edad lo miró agarrandolo del mentón con suavidad mirandolo fijamente a los ojos -Dime, es fácil notarte incomodo- El chicuelo sonrojó y sus pupilas se achicaron -Hm...- Un pequeño nudo se le formó en la garganta impidiendole hablar... -¿No dirás nada?... Bueno cambiaré de tema. Debo decirte que, como hermano de Rin que eres, necesito tu aprobación...- -¿A-Aprobación de qué?...- dijo. -Pues, en unas semanas, le pediré matrimonio a Rin...- Un silencio profundo y doloroso se sintió en el ambiente, el rubio comenzó a temblar, derepente algo lo empezaba a destrozar por dentro, No sabia que le sucedia, ¿Amaba a Kaito?, ¿Qué, cómo?... No lo comprendía. Agarró sus cosas y se bajó del automóvil corriendo apresurado por la adrenalina y taquicardia de su corazón, la voz grave del mayor gritó con fuerza el nombre del chico -LEN!- el peliazul sorprendió echando a correr el motor acelerando -LEN ESPERA! PARA!- El menor miró hacia el lado mientras su rostro estaba empapado con sus lágrimas que resbalaban sin parar por sus mejillas, las pupilas del mayor achicaron, perdiendo el control del volante y el control del momento...

Len soltó su bolso...

Kaito abrió sus ojos notando las mangueras y vendas que rodeaban su cuerpo -Don...Dónde estoy..- Una voz quebrada y ahogada le respondió a su lado -En...el hospital- El mayor fue a levantarse de golpe siendo retenido por las mangueras dando un grito de dolor -Agggh!...- -N-No te muevas...- dijo el pequeño con miles de lágrimas que bañaban su rostro. -¿Por qué corriste? ¿Por qué llorabas? Len... ¿Por qué me dejaste?...- El rubio no pronunció ninguna palabra. -No me piensas responder?- El niñato apretó sus puños con fuerza sin parar de llorar -Cambiaste tanto cuando mencioné a Rin, que te molesta de ella?... Es tu hermana- Len se paró caminando hacia la puerta de salida -No te vayas...- Dijo el de más edad. Len no quería hacerle caso, empezó a mover la manilla, una voz grave y violenta lo detuvo -¡NO TE VAYAS!- la voz quebrada y casi apretada por la tristeza salió con fuerza del interior del menor gritandole a su "Oniichan" -¿¡QUE QUIERES DE MI!? Tu quieres a Rin!- No paraba de llorar, eran incontrolables sus lágrimas.... Kaito miró sorprendido a Len ya decifrando la razón de su tristeza -Ya veo... Acercate, quieres?- Len lo miró sin parar de temblar -Aveces... es necesario... recurrir a otras personas y mentirles. Por que va más allá de uno mismo ¿Sabes?... Recurrí a Rin porque asi podria estar siempre a tu lado, pero, terminé sólo hiriendote....-

Los ojos del rubio volvieron a llenarse de lágrimas. En ese momento se escucharon pasos rápidos y agitados que se acercaban a la habitación, en ese momento entró a la habitación con las mejillas inundadas de lágrimas cálidas la hermana del menor -Kaito! ¿¡Qué sucedió!?- Abrazó al peliazul ignorando a su hermano completamente. -No pasó nada tan sólo perdí el control del volante, eso es... todo...- Miró caprichoso a Len.

Una enfermera de bastante edad entró a la habitación con un informativo -Kaito Shion, No presentó heridas graves, puede retirarse hoy mismo- el mayor suspiró. Después de salir del hospital, Rin agarró del brazo al peliazul, Len los seguía con la mirada al suelo. -Kaito, te extrañé- Dijo la menor con la mirada fija en el chico, Kaito sonrió sin parar de caminar... -Ah! Se me olvidaba- La rubia sacó de su bolsillo un sobre dorado, de él sacó una invitación -Miku nos invitó a su fiesta, debemos ir con antifaz- Kaito miró a Rin con tranquilidad -Ya veo, Len puede ir ¿No?- Rin prestó atención unos segundos notando la presensia de su hermano -Ah~! Sí, Len también- Len asintió. Al llegar a la casa de los hermanos Kagamine una voz dulce se dirigió al mayor -Ayudame a elegir un vestido para esta noche ¿Sí?- El menor al escuchar la propuesta de su hermana a su amado se dirigió a su habitación encerrandose en ella. Más tarde... -Ya estoy listo!- tocó en la puerta de Rin el menor. -¡Ya salgo!- Respondió la chica, aún así se abrió la puerta, de allí salió el peliazul con un terno y un antifaz dorado. El pequeño sonrojó -...Ho-Hola Kaito- desvió la mirada -Buenas noches muchachito- sonrió con dulzura. El de más edad apreció el traje que lucía el chiquillo; una camisa, un corbatín y un short con ligas, un antifaz azul cubría parte de su mirada -Que lindo te ves...- Len sonrojó con furia al oír eso -A...A mi también me gusta como luces tú...Onii chan...- Kaito se acercó a su oído susurrandole con sensualidad -Me gustaría comerte entero...- El rubio estremeció. Al llegar a la fiesta , Rin agarró con fuerza el brazo del mayor, nuevamente su hermano quedando atrás, la voz de la peliesmeralda hizo reaccionar a los demás -Miren! Allí vienen Kaito y Rin- El menor se sintió ignorado, cómo si no tuviese familia a la cuál pertenecer, la voz de su hermana salió a flote -Debo hacer un anuncio!... Yo y Kaito nos casaremos!!- Todos comezaron aplaudir, el menor sintió una clavada en el pecho, algunas lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, salió corriendo hacía alguna habitación de la gran casa de Miku, se hundió en llanto y en la oscuridad de aquel rincón del cuarto. Mientras todos felicitaban a la chica, Kaito corrió por los pasillos de la casa buscando a Len, no sabia donde se habia metido... Escuchó el llanto ahogado del menor, trató de abrir la puerta pero se encontraba con seguro -Maldición- Len secó sus lágrimas con rápidez, no sabia quién era temía que lo vieran llorando. Abrió la puerta, miró al peliazul que se encontraba allí -¿Qué haces aquí?...Deberias estar con.. Rin...- el mayor no dijo nada, cerró la puerta y le puso seguro -Sabes que te pones tan infantil?...Deberia castigarte, es el mejor momento para hacerlo- dibujó una sonrisa en su rostro acorralandolo en una esquina del cuarto -Alejate...- pronunció el pequeño -Alejarme?...- nuevamente esas inevitables lágrimas bajaron por su rostro -A...Alejate...- el mayor lo miró susurrandole -¿Por qué quieres que me aleje ahora?...- La mano del mayor se coló por la camisa del rubiesito -Basta...- nuevamente una sonrisa profunda se dibujó en su rostro empezando apretar uno de sus pezones -Pa-Para por favor....- Un fuerte sonrojo apareció en sus mejillas difícil de notar por la oscuridad y la mirada casi oculta con su antifaz. El de más edad besó sus labios logrando sentir la cálidez de su sonrojo por la cercanía de sus rostros -Ah-alejate!- el rubio empezó apartarlo, un leve susurro se le escapó al mayor -Que testarudo eres...- el rostro del peliazul bajó hacia sus pezones succionando y lamiendo uno de ellos -Ah...Kaito...- soltó un gemido tras otro -Mirate, si ya estás prendido...- Las mejillas de este ardian con furia -Sabias que eres bastante tentador?...- Los labios del niñato palpitaban y su corazón mantenía una taquicardia insoportable -Kaito...Oniichan...- En su pantalón sobresalía un bulto que el mayor notó a través de rozes. Kaito llevó una mano hacia el bulto tocando por encima de las ropas -Estás tan duro, A que se debe?- una voz ahogada soltó Len -I..Idiota...- el peliazul bajó el cierre del short del menor dejando afuera su miembro -Que cosita tan inquieta...- Len estremeció. El chicote abrazó la intimidad de Len con la palma de su mano empezando a masajearlo con lentitud. -Ahh...Aa...On-Oniichan...- el niñato hacia una bella melodía con sus gemidos, empezaban a volver loco al chico de más edad -Canta para mi Len...-

La menor preguntó preocupada -Dónde está mi Kaito?...- los demás se miraban entre sí, la voz de Meiko levantó la preocupación de la niña -Debe estar desvirgando a Len- Todos rieron -No Bromees así, ¿¡quieres!?- la voz de la peliesmeralda la tranquilizó -Debe andar por ahí- Rin se puso a caminar por los pasillos aún preocupada -Kaito?- El mayor logró sentir la presensia de la chica cerca, soltó el miembro del niñato. Len sorprendió -Qu-Qué sucede?- Kaito quedó en silencio unos segundos respondiendole de forma fría -Acomodate la ropa...- al decir eso movió un poco su corbata, sin nada más que decir salió de la habitación encontrandose con la menor -Hola, Cariño- el rubio sorprendió por la actitud del mayor en el cuarto arreglandose la ropa apresurado aún encendido para seguirlo al agarrar la manilla escuchó la voz de su hermana -Hola amor, dónde andabas? Desapareciste de la nada...- el peliazul sonrió con delicadez -Andaba caminando por la casa. nada importante- Rin sonrió con suavidad mirandolo a los ojos, Kaito sonrojó un poco. Len abrió un poquito la puerta mirando hacia afuera viendo a Kaito y a Rin. La voz dulce de la menor cautivó al mayor -Esto...yo...Kaito..- Kaito agarró despacio el rostro de la chica uniendo sus cálidos labios con los contrarios. Len cerró con suavidad la puerta resbalando de espalda por ella -Tsk...- abrazó sus piernas sin llorar...

"Me siento sucio..."





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