miércoles, 26 de mayo de 2010

[2/2] Kaito x Len : Un sueño.


...El menor al cerrar los ojos sintio de golpe una brisa helada cerca ¿Qué era eso?, abrió los ojos notando que era de mañana, su cuerpo lucía una camisa larga blanca y estaba casi sudando -Fue...fue sólo una pesadilla...- al decir eso, entró a su habitación el mayor de sus sueños con un chaquetón azul, una bufanda, unos pantalones ajustados y a pies descalzos, en sus manos traía una bandeja con el desayuno -Buenos días, cómo dormiste?- Dejó la bandeja en la mesa de café sentandose al lado del niñato -Bi-Bien, gracias...- el mayor sonrió revolviendole el cabello, el pequeño miró unos segundos las sabanas y de sus ojos brotaron lágrimas, Kaito sorprendió mirandolo preocupado -¿Qué te sucede?- el rubio sonrió abrazandose del cuello de este -Sólo...sólo fue un sueño...- sus lágrimas seguian cayendo pero esta vez una sonrisa de felicidad se dibujó en el rostro del menor, el peliazul rió agarrando de la cintura al pequeño -Jaja, ¿Qué fue un sueño? De qué hablas Len?- el menor se apretó contra él -Te...Te quiero...- un suave sonrojo apareció en las mejillas de Kaito -Me quieres?...- Len lo soltó acurrucandose entre su pecho -Desde siempre, Oniichan...- el mayor sonrió tirandolo lentamente hacia atrás quedando casi encima de este -No soy el único- el menor sonrojó profundamente, el peliazul juntó sus labios con los contrarios dandole un cálido beso, el rubio rodeo su cuello con sus brazos metiendo su lengua masajeandola con la contraria, Kaito se separó con suavidad mirandolo fijamente a los ojos -De que sueño hablabas?- el menor rió -Nada... Son sólo sueños- dirigió su pie al pantalón del peliazul tocandole con suavidad el miembro por encima del pantalón, el mayor lo miró avergonzado -Le-Len?- -Yo lo quiero- el de más edad lo observó unos segundos, sonrió con delicadez bajando el cierre de su pantalón dejando su miembro visible, Len lo tiró hacia atrás con suavidad bajando hacia su intimidad, lentamente metió la punta en su boca empezando a meterlo por completo de apoco -Ah- Soltó un quejido el mayor, Len comenzó a succionarlo y a mojarlo cada vez más con su saliva -Que inquieta la tienes, Oniichan...- inconciente el mayor empezó a mover sus caderas, soltando uno que otro quejido. Las lamidas se hicieron más intensas -A-Ah~ Len...ya...ca...ah...- El mayor lo agarró con suavidad de la cintura, tirandolo hacia arriba subiendose encima de él -Ah?- Incontroladamente Kaito lo penetró con fuerza probocando un gemido ahogado del menor -Aaah- empezó a moverse de inmediato con velocidad -Si me..si me voy a correr... me correré dentro tuyo- el menor cerró uno de sus ojos apretando las sabanas con fuerza -Espera..Aaah, Oniichan...Ahh- El peliazul sentía que algo iba a explotar dentro suyo ya con las últimas gotas de energia le clavó el miembro en la prostata llenandolo con su esencia, tanto fue, que su intimidad fue empujada por el liquido hacia afuera. Unos hilos de saliva corrian por el costado de la boca del menor. Los dos respiraban agitados, Kaito cayó rendido encima del chico dandole un leve susurro en el oído -De...que... se trataba...tu sueño?- el menor exhausto sonrió respondiendole con la voz ahogada -Eso...ya no importa...-
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~Bueno, casi me morí. xD! Asdf No mucho, va dedicado a mi Lensito ! Y qué pronto se viene mi castigo asdf! Sé, estos días me he estado salvando. Jojo~ ! Nos vemos en la proxima entrada ^^

[1/2] Kaito x Len : Tan simple cómo...

Len un chico rubio, bajo de estatura, de aspecto sutil y puro. Pertenecia a la familia Vocaloid, mantenía una únion de sangre con su gemela Rin. Los gemelos cada día de la semana eran citados a la sala de cámaras para sacar fotos y estrenarlas en la red. El rubios tenía claro sus sentimientos, Rin era sólo su gemela, la cuál quería y amaba por ser de su sangre pero nada más allá de eso. Al finalizar la toma de fotos una voz dulce y cálida se dirigió al rubio -Yo me quedaré un poco más, necesitan tomar fotos de mi...- el menor sonrió, salió hacia afuera con su bolso y sus lentes agarrados entre el cabello. A la salida se encontró con el peliazul dentro del auto propio, su voz tranquila salió a flote -¿Dónde está Rin?- Era extraño, cada vez que veía a su Onii-chan sentía algo extraño, cómo si sus mejillas ardieran, pero no las daba a notar. La voz timida del rubio le respondió al mayor -Aún no sale, dijo que se debia que dar un rato más...- El peliazul asintió invitandolo a subir al automóvil. Este se sentó en el asiento de copiloto, tirando su bolso hacia atrás. Kaito notó la incomodidad del menor -¿Te pasa algo?- Sonó dulce. Len sorprendió sintiendose avergonzado, su Onii chan ya se había dado cuenta... -N-No, no me pasa nada...- estremeció, su corazón latía con rapidez, la taquicardia lo apuñalaba en el pecho, como si se le fuese a salir el corazón de un rebote. El de más edad lo miró agarrandolo del mentón con suavidad mirandolo fijamente a los ojos -Dime, es fácil notarte incomodo- El chicuelo sonrojó y sus pupilas se achicaron -Hm...- Un pequeño nudo se le formó en la garganta impidiendole hablar... -¿No dirás nada?... Bueno cambiaré de tema. Debo decirte que, como hermano de Rin que eres, necesito tu aprobación...- -¿A-Aprobación de qué?...- dijo. -Pues, en unas semanas, le pediré matrimonio a Rin...- Un silencio profundo y doloroso se sintió en el ambiente, el rubio comenzó a temblar, derepente algo lo empezaba a destrozar por dentro, No sabia que le sucedia, ¿Amaba a Kaito?, ¿Qué, cómo?... No lo comprendía. Agarró sus cosas y se bajó del automóvil corriendo apresurado por la adrenalina y taquicardia de su corazón, la voz grave del mayor gritó con fuerza el nombre del chico -LEN!- el peliazul sorprendió echando a correr el motor acelerando -LEN ESPERA! PARA!- El menor miró hacia el lado mientras su rostro estaba empapado con sus lágrimas que resbalaban sin parar por sus mejillas, las pupilas del mayor achicaron, perdiendo el control del volante y el control del momento...

Len soltó su bolso...

Kaito abrió sus ojos notando las mangueras y vendas que rodeaban su cuerpo -Don...Dónde estoy..- Una voz quebrada y ahogada le respondió a su lado -En...el hospital- El mayor fue a levantarse de golpe siendo retenido por las mangueras dando un grito de dolor -Agggh!...- -N-No te muevas...- dijo el pequeño con miles de lágrimas que bañaban su rostro. -¿Por qué corriste? ¿Por qué llorabas? Len... ¿Por qué me dejaste?...- El rubio no pronunció ninguna palabra. -No me piensas responder?- El niñato apretó sus puños con fuerza sin parar de llorar -Cambiaste tanto cuando mencioné a Rin, que te molesta de ella?... Es tu hermana- Len se paró caminando hacia la puerta de salida -No te vayas...- Dijo el de más edad. Len no quería hacerle caso, empezó a mover la manilla, una voz grave y violenta lo detuvo -¡NO TE VAYAS!- la voz quebrada y casi apretada por la tristeza salió con fuerza del interior del menor gritandole a su "Oniichan" -¿¡QUE QUIERES DE MI!? Tu quieres a Rin!- No paraba de llorar, eran incontrolables sus lágrimas.... Kaito miró sorprendido a Len ya decifrando la razón de su tristeza -Ya veo... Acercate, quieres?- Len lo miró sin parar de temblar -Aveces... es necesario... recurrir a otras personas y mentirles. Por que va más allá de uno mismo ¿Sabes?... Recurrí a Rin porque asi podria estar siempre a tu lado, pero, terminé sólo hiriendote....-

Los ojos del rubio volvieron a llenarse de lágrimas. En ese momento se escucharon pasos rápidos y agitados que se acercaban a la habitación, en ese momento entró a la habitación con las mejillas inundadas de lágrimas cálidas la hermana del menor -Kaito! ¿¡Qué sucedió!?- Abrazó al peliazul ignorando a su hermano completamente. -No pasó nada tan sólo perdí el control del volante, eso es... todo...- Miró caprichoso a Len.

Una enfermera de bastante edad entró a la habitación con un informativo -Kaito Shion, No presentó heridas graves, puede retirarse hoy mismo- el mayor suspiró. Después de salir del hospital, Rin agarró del brazo al peliazul, Len los seguía con la mirada al suelo. -Kaito, te extrañé- Dijo la menor con la mirada fija en el chico, Kaito sonrió sin parar de caminar... -Ah! Se me olvidaba- La rubia sacó de su bolsillo un sobre dorado, de él sacó una invitación -Miku nos invitó a su fiesta, debemos ir con antifaz- Kaito miró a Rin con tranquilidad -Ya veo, Len puede ir ¿No?- Rin prestó atención unos segundos notando la presensia de su hermano -Ah~! Sí, Len también- Len asintió. Al llegar a la casa de los hermanos Kagamine una voz dulce se dirigió al mayor -Ayudame a elegir un vestido para esta noche ¿Sí?- El menor al escuchar la propuesta de su hermana a su amado se dirigió a su habitación encerrandose en ella. Más tarde... -Ya estoy listo!- tocó en la puerta de Rin el menor. -¡Ya salgo!- Respondió la chica, aún así se abrió la puerta, de allí salió el peliazul con un terno y un antifaz dorado. El pequeño sonrojó -...Ho-Hola Kaito- desvió la mirada -Buenas noches muchachito- sonrió con dulzura. El de más edad apreció el traje que lucía el chiquillo; una camisa, un corbatín y un short con ligas, un antifaz azul cubría parte de su mirada -Que lindo te ves...- Len sonrojó con furia al oír eso -A...A mi también me gusta como luces tú...Onii chan...- Kaito se acercó a su oído susurrandole con sensualidad -Me gustaría comerte entero...- El rubio estremeció. Al llegar a la fiesta , Rin agarró con fuerza el brazo del mayor, nuevamente su hermano quedando atrás, la voz de la peliesmeralda hizo reaccionar a los demás -Miren! Allí vienen Kaito y Rin- El menor se sintió ignorado, cómo si no tuviese familia a la cuál pertenecer, la voz de su hermana salió a flote -Debo hacer un anuncio!... Yo y Kaito nos casaremos!!- Todos comezaron aplaudir, el menor sintió una clavada en el pecho, algunas lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, salió corriendo hacía alguna habitación de la gran casa de Miku, se hundió en llanto y en la oscuridad de aquel rincón del cuarto. Mientras todos felicitaban a la chica, Kaito corrió por los pasillos de la casa buscando a Len, no sabia donde se habia metido... Escuchó el llanto ahogado del menor, trató de abrir la puerta pero se encontraba con seguro -Maldición- Len secó sus lágrimas con rápidez, no sabia quién era temía que lo vieran llorando. Abrió la puerta, miró al peliazul que se encontraba allí -¿Qué haces aquí?...Deberias estar con.. Rin...- el mayor no dijo nada, cerró la puerta y le puso seguro -Sabes que te pones tan infantil?...Deberia castigarte, es el mejor momento para hacerlo- dibujó una sonrisa en su rostro acorralandolo en una esquina del cuarto -Alejate...- pronunció el pequeño -Alejarme?...- nuevamente esas inevitables lágrimas bajaron por su rostro -A...Alejate...- el mayor lo miró susurrandole -¿Por qué quieres que me aleje ahora?...- La mano del mayor se coló por la camisa del rubiesito -Basta...- nuevamente una sonrisa profunda se dibujó en su rostro empezando apretar uno de sus pezones -Pa-Para por favor....- Un fuerte sonrojo apareció en sus mejillas difícil de notar por la oscuridad y la mirada casi oculta con su antifaz. El de más edad besó sus labios logrando sentir la cálidez de su sonrojo por la cercanía de sus rostros -Ah-alejate!- el rubio empezó apartarlo, un leve susurro se le escapó al mayor -Que testarudo eres...- el rostro del peliazul bajó hacia sus pezones succionando y lamiendo uno de ellos -Ah...Kaito...- soltó un gemido tras otro -Mirate, si ya estás prendido...- Las mejillas de este ardian con furia -Sabias que eres bastante tentador?...- Los labios del niñato palpitaban y su corazón mantenía una taquicardia insoportable -Kaito...Oniichan...- En su pantalón sobresalía un bulto que el mayor notó a través de rozes. Kaito llevó una mano hacia el bulto tocando por encima de las ropas -Estás tan duro, A que se debe?- una voz ahogada soltó Len -I..Idiota...- el peliazul bajó el cierre del short del menor dejando afuera su miembro -Que cosita tan inquieta...- Len estremeció. El chicote abrazó la intimidad de Len con la palma de su mano empezando a masajearlo con lentitud. -Ahh...Aa...On-Oniichan...- el niñato hacia una bella melodía con sus gemidos, empezaban a volver loco al chico de más edad -Canta para mi Len...-

La menor preguntó preocupada -Dónde está mi Kaito?...- los demás se miraban entre sí, la voz de Meiko levantó la preocupación de la niña -Debe estar desvirgando a Len- Todos rieron -No Bromees así, ¿¡quieres!?- la voz de la peliesmeralda la tranquilizó -Debe andar por ahí- Rin se puso a caminar por los pasillos aún preocupada -Kaito?- El mayor logró sentir la presensia de la chica cerca, soltó el miembro del niñato. Len sorprendió -Qu-Qué sucede?- Kaito quedó en silencio unos segundos respondiendole de forma fría -Acomodate la ropa...- al decir eso movió un poco su corbata, sin nada más que decir salió de la habitación encontrandose con la menor -Hola, Cariño- el rubio sorprendió por la actitud del mayor en el cuarto arreglandose la ropa apresurado aún encendido para seguirlo al agarrar la manilla escuchó la voz de su hermana -Hola amor, dónde andabas? Desapareciste de la nada...- el peliazul sonrió con delicadez -Andaba caminando por la casa. nada importante- Rin sonrió con suavidad mirandolo a los ojos, Kaito sonrojó un poco. Len abrió un poquito la puerta mirando hacia afuera viendo a Kaito y a Rin. La voz dulce de la menor cautivó al mayor -Esto...yo...Kaito..- Kaito agarró despacio el rostro de la chica uniendo sus cálidos labios con los contrarios. Len cerró con suavidad la puerta resbalando de espalda por ella -Tsk...- abrazó sus piernas sin llorar...

"Me siento sucio..."